SHAME

shame eran como unos turistas en su propia adolescencia, y su vida no era de postal, ni mucho menos. La caída libre de sus veintipocos, con sus emociones y sus desastres, se vio enredada en ser aclamados como una de las mayores esperanzas del postpunk. En 2018 llevaron su provocativo debut Songs of Praise por todo el mundo durante casi 350 noches sin descanso. La banda intentó abarcar más de lo que podía apretar, sólo para demostrar que tenían lo necesario para hacerlo; pero, al final, tuvieron que aprender a soltar. Luego vino la resaca. El carismático frontman de shame, Charlie Steen, sufrió una serie de ataques de pánico que llevaron a la cancelación de la gira.

Por primera vez desde que fueron descubiertos en el escenario de The Windmill de Brixton en Londres y catapultados a la fama, shame se enfrentó a quiénes se habían convertido al otro lado de ella. Esta época, la de verse obligados a sobrellevar la realidad y el terror que les despertaba estar en su propia compañía, dio forma a su segundo álbum Drunk Tank Pink (2021), la reinvención de la banda. Finalmente, han llegado a un lugar de madurez duramente ganada: su último trabajo, Food for Worms (2023) que Steen declara ser «el Lamborghini de los discos de shame”. Una oda a la amistad y una celebración a la vida; la manera en la cual, al final, siempre nos necesitamos los unos a los otros. Y tenemos muchas ganas de celebrarlo en nuestro festival.